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Capítulo 3: Aguacero Algunos ponis parecen tener extraños conceptos erróneos sobre los cambiantes. Nos alimentamos del amor, sí. Para hacerlo, tenemos que recurrir a otras especies, haciéndonos pasar por ellas mientras nos damos un festín en secreto. Necesitamos hacer esto para poder vivir. Entonces, aunque es completamente incorrecto, al menos puedo comprender cómo algunos ponis piensan que los cambiantes no pueden sentir amor. Podemos. No somos lisiados emocionales ni zánganos sin sentido. Tenemos gustos y disgustos. Tenemos amigos. Tenemos estrechos vínculos personales con aquellos que nos agradan. Nos encanta. Lo que no hacemos es generar magia. Hay una gran magia en el amor y la amistad. Los ponis lo saben, o al menos lo sabían una vez. Cuando un poni ama, hay magia ahí. No sé por qué somos diferentes. No soy bióloga, ni taumatóloga, ni el tipo de psicóloga que necesitaría ser para comprender realmente el por qué de esto. Todo lo que sé es que podemos alimentarnos de esas